La abrupta muerte de Paola, la muchacha noble, con futuro, que ha dejado un gran vacío en su familia, amigos y en todos quienes escuchamos su historia, no debe quedar impune. Una vez mas, como periodista tengo que escuchar lo salvaje que pueden ser estos barristas, que sólo son asesinos en potencia, asesinos camuflados bajo una banderola y un polo de su equipo favorito, que han perdido el respeto a todo, a todos.
Aquí no se trata si son barristas de la U, del Alianza, Boys o demás, pues lamentablemente todas las barras bravas, las de los principales equipos de fútbol en competencia se caracterizan por la misma eufórica violencia. Escuchar a un padre llorar y pedir justicia por su hija, es doloroso. Pero vaya que admiro a ese hombre, que pese a su dolor, ha salido a los medios para exigir celeridad en la investigación, pero sobretodo para ayudar con su testimonio, a que estas absurdas muertes no se repitan.
Es triste, Paola era una joven promesa, lo tenía todo, unos padres grandiosos, amigos que la adoraban, una carrera, un futuro que ella anhelaba construir en su país, en su Perú. Eran tan pegada a su familia, que pudiendo irse al extranjero, no lo hizo. Pero lo triste además es que nadie la ayudó.
El chofer y el cobrador de la combi, no solo dejaron que los barristas la empujaran del vehículo en marcha, sino que no la recogieron, no la auxiliaron. Esta bien, ellos pueden decir que por temor, no dijeron nada en ese momento, que estaban amenazados por los barristas, pero después... que les costó una llamada anónima al 105? que les costó acercarse a una comisaría y contar lo sucedido pidiendo garantías para su vida? Pudieron hacerlo, claro que sí, porque todos los noticieros, periódicos y radios informaron de la muerte de esta joven, y ni siquiera el pedido de su padre, rogando que quiénes sabían algo, colaboraran identificando a los barristas, lo hicieron.
El chofer es padre de familia, el cobrador no, pero ambos tienen familias, tienen seres a quien aman, porque no se pusieron en lugar de la familia de Paola? Lo único que hicieron es seguir trabajando como si nada, con total sangre fría en la misma ruta. Me pregunto, acaso cuando cruzaban una vez más por el Jockey Plaza, no tenían remordimiento? Parece que no, pues tuvo que intervenirlos la policía, para que recién hablaran algo.
Pero lo mas terrible es que dentro del vehículo, además del chofer, cobrador y barristas, habían 2 o 3 pasajeros, otros testigos silentes que hasta hoy no aparecen. Se hicieron humo... COBARDES!!! por qué no colaborar con la justicia? por qué no hacer algo para evitar que esta lacra social siga libre por las calles? eso es complicidad, eso es ser tan delincuentes como ellos, en mi opinión.
El caso de Paola es sumamente triste, peor aun, no es el único, los barristas suelen matarse entre ellos, matar a otros, simplemente por gusto, porque les divierte. Como contó el amigo de Rony Ramos, alias Bolón, él y sus amigos contaron como una anécdota lo sucedido en el bus con Paola. "La empujamos porque gritaba mucho, así de simple". Claro, porque Paola intentó poner orden, pedir auxilio para evitar una desgracia, desgracia que finalmente la alcanzó a ella y no a quienes intentó ayudar, a los demás pasajeros.
Es que Paola, según sus amigos, era una justiciera, una chica que intentaba siempre ayudar a los demás, por eso hasta el último minuto, lo hizo. Se convirtió en un ángel salvador para 4 personas enfermas que ahora podrán vivir dignamente gracias a los órganos que ella donó. Sus padres, médicos y personas tan sensibles y bondadosas como ella, respetaron esa decisión, porque es lamentable decirlo, no basta que coloques en tu DNI que si quiere donar órganos, lo tienes que informar a tus familiares para que ellos cumplan con tu voluntad. Muchas donaciones se han frustrado por las familias que niegan tal derecho, y los médicos por temor a juicios, prefieren entonces, simplemente respetar la decisión de los demás y no de uno, plasmado en el DNI, porque para algunos no tendría valor legal, así de simple.
Pero volviendo al tema de los barristas asesinos, es cierto que no todos lo son. Hay chicos que realmente aman el deporte y a su equipo, mientras existe otro grupo que solo son vándalos, delincuentes, asesinos, ladrones que se amparan en un equipo para cometer fechorías. Cuando los veo cruzar por la calle, pienso: Por qué no regresan las levas o batidas, como le llamaban y se llevan a todos estos ociosos y vagos al ejército? que aprendan a ser hombres ahí, que se conviertan en gente de bien y no en delincuentes capaces de todo por nada.
Algo se tiene que hacer. Los políticos hablan de endurecer las leyes, es un avance, aunque lamentablemente no beneficie a Paola ni a los cientos de jóvenes que ya han muerto en manos o por culpa de los barristas, porque las leyes no son retroactivas. Pero urge hacer algo, urge encontrarlos, detenerlos, y encerrarlos de por vida. Gente así, no puede estar libre en las calles, gente así, no se recuperará nunca. No tiene rehabilitación. Gente como el chofer, cobrador y pasajeros cómplices, tal vez consideren que no fueron los asesinos, pero cargarán en sus conciencias el peso de esta muerte, una muerte que pudieron evitar si la auxiliaban a tiempo, o una muerte que pudo encontrar justicia tempranamente, si ellos hubiesen denunciado a los autores.
Ahora la policía está tras los pasos de Bolón, su captura sería cuestión de horas. Esperemos entonces que el chofer y cobrador colaboren y lo reconozcan, pero que la policía cumpla con ellos y los proteja. Las barras no solo son asesinas, son vengativas también.
NOTA APARTE: quiero desde este post saludar a mi tía Doris en USA, quien sigue el blog de su sobrina, para enterarse de los comentarios de las principales noticias del Perú