viernes, 21 de agosto de 2009

LA DEPENDENCIA DE PAULA...


Debo confesar que como mujer y como madre, me dio mucha pena ver llorar a Paula Marijuan, literalmente en la calle, con sus cosas en plena vía, suplicando que le dieran unas horas mas a los dueños del departamento en el que vivía, para evitar ser desalojada. Me dio mucha mas pena aún porque en medio de todo este lío, estaba su madre de 70 años y su hijo de apenas 3 años.
Sin embargo, debo confesar que al conocer la historia completa también sentí cierta indignación, y me salió desde el interior, esa frase: quizás se lo buscó. Es que no entiendo como en pleno siglo XXI donde la mujer trabaja, se mantiene, se autofinancia, una tenga que depender económicamente de la pareja, peor aún de la ex pareja.
No comprendo como Paula pudo ser tan inocente o confiada, para creer que el hombre que fue su pareja durante mas de un año, tras terminar la relación, le iba a seguir pagando el lujoso departamento en el que vivían juntos. Por mas acuerdo de palabra, las palabras se las lleva al tiempo cuando se dice Stoo, chau, se terminó. Eso lo sabemos todas las mujeres, lo saben los hombres, es la ley del amor.
No hay contrato escrito, no hay nada promesa verbal que valga en una relación de ex. No eran esposos, no tenían hijos, nada mas los unía, entonces me vuelvo a preguntar??? Porqué tenía el cónsul de Argentina que seguir manteniéndola.
Porque Paula perdió su dignidad, porque simplemente no se fue apenas terminó la relación, porqué no empezó de nuevo. En todo caso, porque no le pidió ayuda al padre de su hijo, el único que realmente tiene una obligación con ella, por el hijo que los une.
Eso de vivir y depender de un hombre, ya es anticuado. No soy feminista, ni liberal, pero tampoco soy dependiente, me considero autosuficiente. Paula es actriz, guapa, tiene hartos amigos, porque no pidió trabajo, porqué no pidió ayuda, si lo que mas nos caracteriza a los peruanos, es ser amigos en los peores momentos.
Porqué exponerse a la verguenza pública y exponer a su pequeño bebé. Es cierto, no se merecía esto, pero lo buscó. No atendió las deudas, no habló con los dueños, no llamó al ex, se confió en la promesa de que la mantendría pese a la ruptura sentimental.
En el fondo siento penita, pero que sirva de lección a otras mujeres... Nunca mas debemos depender de los hombres, de su dinero, de sus lujos, para que no nos traten de esta cruel forma, y luego exponernos al ridículo.

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